Nuestra historia
De hilo en aguja…
A fines del siglo XIX, en Troyes, ciudad industrial en pleno desarrollo, las fábricas de textiles buscan mano de obra barata. Numerosas jóvenes provenientes del campo se enrolan en los talleres. Su vida es muy pobre y expuesta a peligros de toda especie. Después de un día de trabajo, no tienen a menudo un techo para acogerlas, ni distracciones adecuadas a su edad.
Un día, en una tienda, un grupo de jóvenes obreras que no saben qué hacer los domingos, le piden al Padre Luis Brisson, sacerdote generoso de la diócesis de Troyes, que haga algo por ellas. Compadecido del abandono en que se encuentran, organiza patronatos y pensionados (hogares), en los que, gracias a un ambiente familiar, ellas pueden vivir y distraerse con toda seguridad. Así, llegan a ser mujeres responsables y felices que no tienen miedo de manifestar su fe cristiana.
Para asegurar el porvenir de esta obra, propone a dos jóvenes exalumnas de la Visitación de Troyes, deseosas de consagrarse a Dios en la vida religiosa, Leoní Aviat y Lucía Canuet, de ser las fundadoras de una nueva Congregación colocada bajo la protección de San Francisco de Sales.
El 18 de abril de 1866 entran en la obra en la calle de Terrasses: así nació la Congregación de las Hermanas Oblatas de San Francisco de Sales.
Expansión de la Congregación…
Leonie Aviat, que se convirtió en Sor Francisca de Sales, fue la primera Superiora. Pronto, otras jóvenes se unen a las dos fundadoras y rodean a las jóvenes obreras con sus cariñosos cuidados. En Troyes se abren varias obras y patronatos: Obra San Juan, Obra San Nicolás, Obra San Remigio y Obra San Nazario. Al mismo tiempo que los hogares familiares y las Obras obreras, los Fundadores abren escuelas para las jóvenes trabajadoras. Luego se abren internados en París y Troyes para las jóvenes más acomodadas, con el fin de que puedan beneficiarse de la espiritualidad salesiana. También se crean obras en otros lugares de Francia, Austria, Italia y Suiza.
El padre Brisson – convertido en Fundador de los Oblatos de San Francisco de Sales- envía misioneros a Sudáfrica y luego al Ecuador, en donde las oblatas se unen a ellos.
La persecución religiosa…
Desgraciadamente, las leyes antirreligiosas de 1901 ponen fin a muchas obras en Francia y las Hermanas Oblatas tienen que abandonar Francia: la Casa Madre y el noviciado se trasladan a Perugia, Italia. Las Hermanas que permanecen en Francia se ven obligadas a dejar el hábito religioso.
En este contexto, el Padre Brisson muere el 2 de febrero de 1908 en
Plancy, donde se había retirado a la edad de 90 años. La Fundadora pudo regresar -vestida de civil – para recibir su última bendición, para ella y para su familia religiosa.
La Madre Francisca de Sales, desde Perugia, se ocupa de cada una de sus hijas, dispersas por el mundo, interesándose por sus Obras y animándolas a través de una abundante correspondencia en la que deja hablar a su corazón de madre. Pero el 10 de enero de 1914, muere en Perusgia tras una corta enfermedad. Su Asistente, Sor Magdalena de Sales Pupey-Girard, es elegida entonces Superiora General, y continúa la obra de los Fundadores.
En la actualidad…
En 1941, las Hermanas que habían permanecido en Francia fueron autorizadas a retomar el hábito religioso. El 11 de abril de 1948, la Casa Madre y el Noviciado regresan con alegría a su casa de Troyes, calle de Terrasses, cuna de la Congregación. Las Obras siguen desarrollándose en Francia y en el extranjero. Se crean nuevas comunidades para responder a las necesidades de las diócesis: en Europa, en Sudáfrica, en Ecuador, en Colombia y en Estados Unidos.